Las crónicas de un panamito

Muchos decían que era el mejor colegio, yo aún no lo sabía, hasta que llegó mi turno de estudiar ahí. Sinceramente, creo que fue una de las mejores decisiones que mis padres pudieron tomar. Con una sola meta, acabar el año escolar satisfactoriamente, empezó mi larga travesía. Pude conocer a otras personas, aprendía mucho de mis profesores, no sólo en la parte académica. Pude complementar lo que aprendía en casa, qué clase de persona quería ser. De pequeño siempre fui travieso, eso lo puede comprobar cualquiera que me conoce desde mi corta edad. En la aula que estudiaba, rompí dos focos y también la ventana de un estante. Con mis amigos siempre jugábamos, llegué a valorar y a querer a cada uno de ellos, sin embargo, nuestros caminos se iban separando. Por algún motivo u otro, varios de mis amigos ya no estudian conmigo. Los años fueron pasando y fui siendo más consciente de lo genial que era estar en el colegio "República de Panamá", muchos le tenían miedo a la directora por su forma de ser, pero yo no, sabía que ese era su carácter, y el hecho de que fuera estricta no la hacía mala, tal vez no fue la directora que todos querían, pero fue la directora que todos necesitaban. Luego de seis largos años acabé mi primaria satisfactoriamente y empezaba un nuevo viaje... La secundaria. En el año 2013 realicé mi primer año de secundaria y en ese año la directora María Vera llegó a la meta y se despidió del colegio. Pero los años siguieron pasando, conocí a más personas, hice grandes amigos y junto con ellos hemos pasado un montón de anécdotas, como todo adolescente en sus primeros años, hacíamos un montón de bromas, jugábamos lanzándonos papeles con ligas, nos reímos de nuestras bromas, y como jugando llegó el 2017, también estoy a punto de llegar a mi meta y despedirme de este colegio, pero sé que no soy el primero ni el último en acabar la secundaria, me iré feliz, muy agradecido con este colegio y fue un honor estudiar aquí y siempre estaré orgulloso de decir que fui un panamito.